
La incertidumbre de quién sería el sucesor del papa Francisco mantuvo al mundo en vilo esta semana. Los grandes favoritos eran el italiano Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y el filipino Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Sin embargo, el elegido fue el estadounidense Robert Francis Prevost, algo que ya había adelantado Sergio Rodríguez López-Ros, vaticanista y consultor del Consejo de Conferencias Episcopales de España y de la Unión Europea. “Pensaba que sería un cónclave corto y que, en caso de bloqueo, el tercer candidato, aunque no fuera público, sería Prevost”, indica el también profesor de la Universitat Abat Oliba CEU en conversación telefónica con 20minutos.
¿Qué supone para la Iglesia y el mundo la elección de Prevost como Papa?Es un bálsamo de esperanza porque es una persona que surge de EEUU, el país más poderoso del mundo, pero no es del ‘establishment’. No es una persona que esté de acuerdo con Trump y al mismo tiempo conoce la realidad de América Latina. Está enterado de las injerencias de EEUU en las políticas internas de cada país y ha estado en Europa. Por tanto, sabe cómo funcionan la sociedad europea y la Curia.
¿Será un contrapeso a Trump?Precisamente por ser estadounidense va a ser un gran contrapeso al presidente de EEUU. Le va a recordar todas las políticas sociales que son necesarias. La conversión del Imperio romano fue posible porque los ciudadanos romanos se sintieron cristianos. Esto sería un poco lo mismo. Un Papa estadounidense es la mejor forma de contrarrestar las políticas de Trump porque todo lo que hiciera un Papa de fuera se vería como una injerencia, pero ahora no.
¿Qué más podemos esperar de su pontificado?León XIV recoge la herencia de Francisco pero le dará su toque personal. Es una persona bastante reservada pero muy prudente y con una gran inteligencia. Sabe perfectamente hasta dónde quiere llegar aunque no lo diga. Él no tiene vuelta atrás. Uno de sus retos es Asia, donde está el 60% de la población mundial y donde solo hay un 10% de cristianos. A nivel interno está el papel de laicos y mujeres en la Iglesia. Su pontificado será largo y es consciente de que tiene que hacer que los cambios sociales se asuman con tranquilidad. El tema de las mujeres será difícil en África o incluso en América Latina porque aún son muy machistas. Por esto, el Papa tiene que implementar las reformas de manera progresiva para que sean asumidas de forma natural a lo largo de una generación entera.
En una entrevista previa con 20minutos usted dijo que Prevost estaba entre los favoritos para resultar elegido como Papa. ¿Qué lo hizo pensar en él y descartar a Parolin y a Tagle?Hasta el martes lo presentía, pero no quería decirlo porque cuando uno habla de un candidato corre riesgo de que se queme. Pero cuando ya había entrado en el cónclave lo solté. Sabía que Parolin y Tagle eran los grandes favoritos, pero los cardenales se dieron cuenta de que los italianos habían formado un acuerdo entre ellos para que fuese Parolin. La cosa se enquistó porque ni avanzaba Parolin ni Tagle. Sabía que si había un bloqueo el tercer candidato, aunque no fuera público, era Prevost. En la misa que presidió el cardenal español Artime, que por cierto quedó de segundo, se ve la cara de enfado de Parolin y la de tranquilidad de Prevost. Ahí me di cuenta que había ganado.

¿El cardenal español Artime ha quedado segundo?Sí, hasta donde yo sé. Artime salió en las votaciones muy alto porque los salesianos son la segunda orden más importante de la Iglesia y están solo a 150 miembros de superar a los jesuitas. Son los que tienen más arraigo en todos los países y es la orden más implantada. Artime ha viajado a 140 países del mundo, es conocido por todos los cardenales y tiene mucho carisma. Cuando habla, uno se queda embobado. Él intervino mucho en las reuniones previas al cónclave y efectivamente eso causó un efecto.
Se dice que el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, habría intentado mediar para tratar de lograr consenso y que se eligiera a Prevost. ¿Usted sabe algo de esto?Es muy normal que lo haga. Prevost no solo estuvo en Barcelona sino que era prefecto del Dicasterio de los Obispos, del que Omella fue miembro durante mucho tiempo. Se conocían perfectamente. Además, Omella tiene autoridad moral porque es uno de los cardenales más mayores y ellos sabían que no podía ser elegido. Cuando uno no pide para sí mismo sino para otros es cuando tiene autoridad moral para hacerlo. Entonces Omella ha jugado esa baza. Pero no solo él, Maradiaga [arzobispo emérito de Tegucigalpa, Honduras] también lo hizo. No pueden decirlo abiertamente, ni nosotros hemos estado allí, pero todo apunta a que efectivamente Omella y Maradiaga fueron personas clave en esto.
No pueden decirlo abiertamente, pero todo apunta a que efectivamente Omella y Maradiaga fueron personas clave
¿Sabe si alguno de los cardenales españoles, además de Artime, tuvo posibilidades de convertirse en el siguiente Papa?
Cristóbal López también fue votado porque es un español que ha estado en América y en África. Tiene un perfil muy cruzado: nació en Almería, se formó en Barcelona, estuvo en Paraguay, en Bolivia, después se fue a Sevilla y ahora es arzobispo de Rabat. Tuvo muchas posibilidades de ser Papa y cuando salió al balcón se le vio tenso porque él no quería. Él es sencillo, dijo que no se veía capaz y que había que estar loco para votarle.
¿Qué similitudes existen entre Francisco y León XIV?La vocación social. Se ha puesto el nombre de León porque recupera al papa León XIII, que inauguró la preocupación social de la Iglesia por los obreros, campesinos, sindicatos, por los salarios justos. Su nombre no está relacionado con la fiereza del león sino con su valor. Hace falta valor para enfrentarse a los problemas hoy en día. Además, León I fue seguidor de San Agustín, el fundador de la orden a la que pertenece el nuevo Papa y también medió por la paz y frenó a Atila a las puertas de Roma. Detuvo el saqueo a la ciudad.
¿Y en qué se diferencian?Francisco tenía un gran dominio escénico, era como Juan Pablo II, no es que fuese actor pero era muy espontáneo. León XIV es reservado y emotivo. Ya lo vimos cómo se emocionó cuando salió al balcón de la Basílica de San Pedro, estaba aguantando las lágrimas. Los agustinos son una orden que apela al corazón, no a la razón como los jesuitas. Por tanto, León XIV es un Papa que va a apuntar mucho a tocar el corazón. Es un pontífice continuista con una personalidad más tímida. Además, tiene la ventaja de que habla seis idiomas. Francisco tenía un gran dominio escénico, pero no hablaba realmente bien italiano ni inglés.
¿Cómo cree que afectará la elección de León XIV a la geopolítica mundial?Seguramente intentará contrarrestar las medidas de Trump y apaciguar los conflictos entre India y Pakistán, entre China y EEUU, y entre la UE y Rusia. Intentará hacerlo yendo a los lugares. Creo que su primer viaje será a Nicea [actual Iznik, Turquía] porque se cumplen 1.700 años del Concilio de Nicea, que fue clave para la Iglesia. Turquía es el principal aliado de Rusia, pero media entre Europa y Asia. Entonces, ir a ese nodo será esencial para iniciar una paz perpetua. Él tiene claro que la paz está vinculada a la justicia. No se puede tratar igual a víctima que al verdugo.
En doce años de pontificado Francisco nunca visitó España. ¿Cree que León XIV podría venir pronto a nuestro país?Francisco no vino a España porque nadie fue capaz de hacerle una propuesta que le gustase. Las proposiciones eran muy tradicionales, como ir a ver la ciudad natal de Santa Teresa de Jesús, que está muy bien. Pero si le hubiesen propuesto ir a un barrio marginal o a un centro de atención para mujeres víctimas de violencia él hubiese dicho que sí. Nunca hubo esa creatividad. A Francisco no le gustaba repetir lo que otros ya habían hecho, por eso no vino. León XIV ya ha estado en España y conoce la realidad del país a muchos niveles. Estoy convencido de que visitará España. De hecho, me la juego: para la inauguración de la Sagrada Familia en 2026 y la canonización de Antonio Gaudí.
Francisco no vino a España porque nadie fue capaz de hacerle una propuesta que le gustase; si le hubiesen propuesto ir a un barrio marginal o a un centro para mujeres víctimas de violencia, hubiese venido
¿Cree que León XIV seguirá teniendo en cuenta en sus viajes las periferias, al igual que Francisco?Sí, claro. Entre las moquetas de los palacios vaticanos siempre hablaba de su diócesis de Perú, no paraba de hablar de Perú, lo llevaba siempre en el corazón. Ya le hemos visto con botas, bendiciendo las calles en la pandemia y repartiendo comida. Tiene una preocupación social.

Tras su elección, León XIV optó por utilizar los hábitos tradicionales para salir al balcón de la Basílica de San Pedro. ¿Cómo debemos interpretar su decisión?
Salir al balcón era una celebración y se vistió de manera tradicional, pero no se puso los zapatos rojos. La tela roja que llevaba no era terciopelo, como la de Benedicto XVI, y se puso esa cruz por el simple motivo de que tiene las reliquias de San Agustín y de su madre, Santa Mónica. No se la puso porque fuera dorada. Para él era un momento especial. Es el primer Papa de los agustinos y lo más bonito que tienen es esa cruz.
Se han viralizado sus críticas en redes sociales a la Administración Trump. ¿Cree que veremos a un Papa twittero que continuará manifestándose de esta manera por redes?
Se moderará. Preferirá ir a ver a Trump. A él le gusta el contacto cara a cara, hablar de corazón a corazón. De hecho, él denunció los casos de pederastia que hubo en su diócesis y los llevó ante la justicia civil. Fue la persona que sacó el escándalo de Sodalicio de Vida Cristiana, esa secta integrista que había en Perú. Él lo denunció de forma discreta y gracias a eso el Papa Francisco se dio cuenta de la realidad. Puso a un interventor, al español Jordi Bertomeu, y él no paró hasta lograr las pruebas para evidenciarlo y cerrar la institución.
¿Cómo cree que será su relación con China?Eso está por ver. Al no ser como Trump, León XIV será percibido como un enemigo del presidente estadounidense aunque realmente no lo sea. Los cardenales no son tontos y han elegido a alguien que China no va a percibir como un adversario sino como una persona crítica con su principal enemigo. Por tanto, es una posibilidad de crear ahí un aliado.
¿Qué pasará con las canonizaciones que han quedado pendientes tras la muerte de Francisco como la de Carlo Acutis?La canonización de Carlo Acutis va salir adelante y muy pronto. Es un chico joven de nuestro tiempo. Es un caso que crea empatía en la gente.
Otra de sus predicciones acertadas fue que el siguiente Papa tendría un perfil híbrido y habría hecho labor de misionero. ¿Cree que esta será la constante de la Iglesia de ahora en adelante?Francisco ya no quería gente que hubiese estado toda la vida en Roma. Por eso nombró a Prevost, para que este a su vez designase obispos con vocación de servicio. No solo hay que ver al misionero como alguien que se va a otro país, sino también al que va a un barrio de inmigrantes o de gitanos. León XIV hará que continúen esos cruces entre continentes, porque eso es lo que da el sentido global a la Iglesia, que es la institución más antigua pero también la más extendida por el mundo. Por tanto, tiene que haber una coherencia, la gente tiene que moverse. La Iglesia ya no es una cosa europea, es global.