
La épica victoria del Barça en Da Luz es una perfecta muestra del libro de estilo de Hansi Flick. Su equipo cometió múltiples errores a nivel defensivo y seguramente por eso el teutón no catalogaría el envite contra el Benfica como un partido ejemplar. Sin embargo, lo visto en Lisboa sí es más que válido para ilustrar el fútbol que defiende el teutón.
El manual de Flick viene influenciado por Pep Guardiola -al que fue a fer a Inglaterra para pedir consejos antes de firmar por el Barça- y, por consiguiente, por Johan Cruyff. “Prefiero ganar por 5-4 que por 1-0”, decía el neerlandés. Pese a que tanto Pep como Johan aman un alto porcentaje de posesión, Hansi es más partidario del pragmatismo, de lo sencillo. Eso significa que si se puede finalizar un ataque en cuatro segundos no hay por qué hacerlo en un minuto.
Solo un 25% de los goles del Barça de Flick corresponden a ataques estáticos. Sin ir más lejos, de los cinco tantos logrados en Da Luz, ninguno de ellos fue fruto de una larga o paciente jugada en ataque estático. El Bayern de Hansi ya se caracterizaba por ser un equipo eléctrico y con buena cuota de verticalidad.
Un mensaje valiente antes del primer Clásico
Uno de los objetivos cuando el alemán asumió el mando en el Barça era transformar la mentalidad del vestuario. Flick creía que el equipo debía responder mentalmente mejor a los goles encajados, algo a lo que el técnico le quiso quitar hierro. En la previa del primer Clásico del curso, el partido que los azulgranas acabarían ganando 0-4, el entrenador fue claro con su plantilla. “Por supuesto que nos pueden marcar uno, dos o incluso tres goles, pero es que nosotros les podemos marcar seis”, trasladó al grupo. Después, lo visto en Concha Espina fue exactamente eso. Los de Ancelotti gozaron de varias ocasiones claras pero el Barça también pudo irse de Madrid con cinco o seis goles a favor.
Sin perder el orden ni las principales consignas tácticas que exige, Flick quiere que su grupo entienda los partidos como un intercambio de golpes -que no un caos-, sin miedo a encajar y sin ver afectada la confianza al conceder. Considera el de Heidelberg que con la calidad que tiene su plantilla, la mayoría de veces saldrá victoriosa de un tiroteo -como ocurrió en Da Luz-, un pensamiento que sí se acerca más a un Luis Enrique que conquistó un triplete con el Barça colocando el punto de gravedad en la mágica ‘MSN’ -Messi, Suárez y Neymar- y no en el centro del campo.

Barcelona’s Raphinha celebrates his side’s fifth goal during a Champions League opening phase soccer match between SL Benfica and FC Barcelona at the Luz stadium in Lisbon, Tuesday, Jan. 21, 2025. (AP Photo/Armando Franca). EDITORIAL USE ONLY / ONLY ITALY AND SPAIN / Associated Press/LaPresse. LAP
La importancia de los preparadores físicos
El fútbol al todo o nada que plantea Hansi obliga a estar con máxima ‘chispa’ físicamente. El entrenador lo sabe y es por eso que desde el primer día de pretemporada otorgó máxima importancia al trabajo de los preparadores físicos. Flick entregó galones a Julio Tous para que sus hombres de confianza, Pepe Conde y Rafa Maldonado, preparan a la plantilla para ‘volar’ del minuto 1 al 97. El estado de jugadores como Kounde, Balde, Pedri o Raphinha son pruebas irrefutables de que este Barça tiene el tono físico adecuado para resistir a batallas sin cuartel. Sirva como enésimo ejemplo de que este equipo tiene muchas pilas la transición letal del brasileño en el minuto 95 ante el Benfica.
En el día a día, y pese a que la intensidad del calendario hace que no haya tantos entrenamientos de calidad como Flick querría, el entrenador respeta siempre la parte de la sesión que corresponde a los preparadores físicos. No se la salta ni la recorta aunque piense que ese rato le iría bien para trabajar cualquier aspecto del juego. Sea cual sea el momento del equipo a nivel de resultados, Hansi tiene claro que para tener éxito es indispensable que cada área de su cuerpo técnico pueda trabajar sin que él se entrometa. Igual que sucede con el cuerpo médico. Cada uno tiene una función y Flick, humilde, evita extralimitarse.