
Personalidad, carácter, ganas y mucha, mucha confianza. Todo eso, que llega con hambre y ambición de hacer aún más grande la leyenda del Real Madrid, desprendía Xabi Alonso en su presentación como nuevo entrenador del conjunto blanco, en la que ha quedado más que claro que es un perfil muy distinto al de Carlo Ancelotti.
En su etapa como futbolista, el tolosarra ya era un líder en el césped. Su paso al otro lado de la línea de cal no ha cambiado ni un poco ese aspecto de su forma de ser. Disciplinado como pocos y sin dejarse impresionar por futbolistas de talla mundial como Cristiano Ronaldo, la anécdota del legendario ’14’ casi ‘obligando’ al luso a cederle un penalti en el primer año de ambos en el Bernabéu habla por sí sola del tipo de persona que es.
Con mucha intención de asumir también ese papel desde el banquillo llega ahora al Real Madrid. Para abrazar la responsabilidad de iniciar un nuevo proyecto que devuelva al club a la senda de la victoria tras una temporada en blanco. Y sin que le pese ser el sucesor del entrenador más laureado de la historia de la entidad madridista.
“Eso habla muy bien de lo que ha conseguido Carlo, la exigencia en el Madrid es máxima, pero es un reto muy bonito. Podemos hacer cosas que enciendan al madridismo, que tengan ese orgullo intrínseco, a eso venimos. Seguro que tenemos esa energía para ese impulso que necesitamos”, ha expresado, muy seguro. Unas palabras que con las que apela a la afición y que distinguen su carácter, enérgico y combativo, con la tranquilidad a la que acostumbraba Ancelotti.
Así ha defendido, además, que no le da vértigo enfrentarse a un reto de esas características. No solo no lo rehúye, sino que llega para encararlo directamente poniéndose al frente del equipo ya para el Mundial de Clubes, pese al poco tiempo del que dispondrá para prepararlo: “Es una oportunidad para ir adelantando procesos, conocernos y también pelear por un título. La ambición será esa y si conseguimos unir las dos cosas puede ser un gran inicio”.
En otras palabras, un técnico joven —solo tiene 43 años— con aura de leyenda para un vestuario plagado de estrellas. Solo en el respeto que despierta parece coincidir con Ancelotti, al que el vestuario ha descrito en muchas ocasiones como un padre. Habrá cercanía también con Xabi Alonso, al que le gusta el día a día con los jugadores, pero también una exigencia propia de quien se exige lo máximo a sí mismo y lo ha ganado todo antes de colgar las botas.
“Espero poder cumplir con las expectativas. Empezamos una nueva etapa y siento que tenemos un gran equipo. Eso me da razones para venir aquí con energía y las ganas de sacar lo mejor de cada uno de ellos y construir un buen equipo. Podemos conseguir cosas importantes, dignas del Real Madrid y de los títulos que ha conseguido”, ha deseado en su discurso, tras escuchar a Florentino Pérez describirle ya como “uno de los mejores entrenadores del mundo”.
También su Real Madrid parece que será muy distinto al de Ancelotti, aunque el tolosarra ha evitado hablar directamente de cuál será su apuesta: “Hoy el fútbol te pide ser flexible, dinámico y mover piezas. Tengo unas ideas de cómo jugar y quiero que el equipo transmita emoción, energía, y que conecte con la gente. La simbiosis va a ser fundamental. Tenemos buenos jugadores para trabajar con ellos y quiero estar ya en el día a día para mejorar el potencial de cada uno y encajar las piezas para hacer equipo”.
“Quiero que los jugadores puedan jugar donde más cómodos estén y donde más puedan demostrar sus calidades físicas, tácticas y mentales. Lo bueno es tener buenos jugadores y el resto es mi problema. He visto los partidos y estoy pensando en cómo ser un equipo equilibrado y que tengamos control dentro de las calidades individuales del equipo. Eso nos dará una estabilidad que permitirá florecer las cualidades individuales, ha concluido. La era Xabi Alonso, ya ha empezado en el Real Madrid.